viernes, 29 de junio de 2012

Jafra, el pueblo fantasma del Garraf

Hace unos meses, junto con nuestro grupo aficionado a la investigación del misterio, nos propusimos visitar el pueblo abandonado de Jafra, perteneciente al Garraf. Varios de nosotros habíamos escuchado hablar de él por terceras personas, y finalmente nos decidimos a investigar sobre este enclave para así poder conocerlo y descubrir algunos de los misterios de los que se hablan en multitud de páginas en Internet. 



Primeramente, consultamos en Viquipèdia (Wikipedia en catalán) información objetiva sobre dicho pueblo. A continuación, os facilitamos un fragmento del artículo:


Según Wikipedia (2012) Jafre o Jafra "es un antigua aldea, actualmente abandonada, situada en el Parque Natural del Garraf, en el término municipal de Olivella . En una colina alto de 189 m se conservan los restos de la casa del barón de Jafra, la de los masoveros y la iglesia de Santa María de Jafra con la rectoría (el rector de Jafra ya es mencionado en el 1.305 ).


El lugar aparece documentado ya desde el 1139 . El 1.143 Ramon Guillem lega loco de Jafre lega a su hijo Pedro y el 1332 se menciona un "Castillo de Jafre". En un poblamiento del siglo XIV se recoge un solo fuego (o vivienda) y al 1413 se indica que la iglesia de Santa María ya no tiene razón de ser porque el pueblo no queda nadie con vida. El 21 de agosto del 1432 se estableció la unión perpetua de la iglesia de Jafre con la de San Félix de Olivella: actualmente, la parroquia de Olivella lleva el nombre de "San Pedro y San Félix de Olivella y Jafre ".En el siglo XVII , los barones de Jafra deciden dar nuevo impulso al pueblo y nombran un alcalde (Francisco Mercer, el 1683 ) y en restauran la iglesia, dedicada a Santa María (1.688). En 1819 Jafra pierde el último alcalde y se incorpora definitivamente al pueblo de Olivella, seguramente debido a los vínculos parroquiales mencionados más arriba.
El progresivo cultivo de la vid a partir de la repoblación mencionada del siglo XVII hace que los habitantes también se incrementen: 83 habitantes en 1820. En el año 1850 se restaura otra vez la iglesia. La filoxera (enfermedad de las viñas), sin embargo, causará el progresivo abandono de las tierras. Jafre aún tenía 19 habitantes en 1960 .
El pueblo había tenido varias masías en el término, muchas deshabitadas actualmente, como los Masets de Jafre, y otros aún con vida, como el Mas Mercer (o Marcer), la Fassina (que acoge la entidad "Jafra Natura", dedicada a la difusión del conocimiento del "Parque Natural del Garraf") y la Plana Novella , actualmente con un monasterio budista."


A parte de esta información, encontramos testimonios de personas, habiendo visitado el lugar, manifestaban haber experimentado sensaciones extrañas tales como dolores de cabeza, inquietud, malestar...


Una vez nos hubimos documentado suficientemente, preparamos nuestra visita y acudimos a Jafra el 29 de abril de 2012. Éramos un grupo de 8 personas. Lo cierto es que nos costó bastante encontrar el lugar, pero gracias a las indicaciones de los habitantes de Olivella, población colindante, pudimos llegar. 


Aparcamos los coches en un pequeño y curioso párquing al aire libre situado a la entrada del pueblo. Parecía que quisiera acogernos, como si de un lugar turístico se tratase, a pesar de ser un pueblo en ruinas y cercado por vallas, cosa que no impide el acceso. 


A media que nos acercábamos a las ruinas, algunos de nosotros empezamos a sentir un ligero dolor de cabeza, que se agudizó a lo largo de la estancia. A parte de eso, en un principio no notamos ninguna sensación extraña. 


Comenzamos por visitar uno de los edificios situados a la izquierda conforme se entra al pueblo. Está en muy mal estado y hay que vigilar sobre todo con las cornisas y los techos, ya que son de madera y está bastante dañada. En este mismo edificio, nos sorprendimos porque en ocasiones el soplar del viento se asemejaba con extraños susurros. Es más, una de las personas que nos acompañaban aseguró haber escuchado pasos. 


En este lugar comenzamos a utilizar un péndulo y una brújula, así como cámaras fotográficas y de grabación para registrar cualquier posible sonido o imagen que se nos pasara desapercibida. Las preguntas cerradas (sí o no) que realizamos obtuvieron respuesta. Curiosamente, al analizar las grabaciones posteriormente, nos pareció que a la pregunta abierta "¿cómo te llamas?" algo contestaba un nombre.


Después, pasamos a visitar la iglesia. Desgraciadamente, la puerta de ésta está vallada y su acceso nos pareció muy difícil y peligroso, ya que la única ventana por la que se podía entrar era muy pequeña y estaba a una distancia considerable del suelo, además de los avisperos que había dentro de la capilla. Aún así, la vista desde el exterior es impresionante, por los antiguos retablos que se "conservan" y la oscuridad que la rodeaba. La sensación era realmente espeluznante.



Por último, buscamos el famoso pozo del que muchos curiosos que habían visitado el pueblo, hablaban. Está junto a la iglesia, en la parte trasera izquierda. No nos pareció que se tratara para nada de un cementerio, como mucho decían, pero sí de una estancia donde conservar alimentos a la antigua usanza.

Antes de marcharnos, dimos una última vuelta por la parte superior del pueblo, donde se encuentran las ruinas de algunas pequeñas viviendas. Para concluir con la visita, decidimos hacer la tabla de ouija a la entrada del primer edificio del que hemos hablado. Pudimos "contactar" con alguien que decía ser un hombre que vivió en Jafra muchos años atrás. Según nos dijo, fue él el que nos acompañó durante toda la la visita y respondió a nuestras preguntas con el péndulo, así como también la sombra que algunos pudieron percibir cerca de la iglesia. Afirmó, además, que Jafra era y es un pueblo maldito.

Durante la sesión, una de nuestras acompañantes comentó haber sentido la mano de alguien acariciando su espalda, a pesar de no haber nadie detrás de ella en ese momento. 

Os animamos a que visitéis este curioso enclave. Aunque no pudimos obtener ninguna prueba clara de que en Jafra exista algo paranormal, sí que muchos percibimos extrañas sensaciones.